Una comitiva de la ACTC viajo Estados Unidos a presenciar una carrera de I\IASCAR y conocer el sistema de trabajo de la categoría. Pero también averiguaron los costos de motores V8, hablaran con fabricantes de carrocerías y visitaron a uno de los mayores proveedores de piezas de competición. Estos tres ítems se destacan en la agenda que le presentaron a la dirigencia y aparecen como alternativas para implementar en el futuro.
El martes 3 de agosto Alejandro Solga, Diego Aventin y Roberto Argento viajaron a Estados Unidos invita¬dos por los organizadores de la IMASCAR para presenciar la 22a fecha de la especialidad que se disputó en el tradicional circuito de Watkins Glen, en Nueva York. La visita sirvió para que se interioricen aún más (los tres ya habían viajado con anterioridad a otras carreras) sobre cómo es el sistema de trabajo de la categoría y la organización de los eventos en los autódromos. Pero también aprovecharon para averiguar y comparar costos de diferentes elementos, especialmente de motores V8, que aparecen como plan B en el caso de que los actuales impulsores no cuenten con la confiabilidad necesaria en el momento en que implementen las tapas de 24 válvulas que está desarrollando Jorge Pedersoli y que incrementarían la potencia a 460 caballos. Durante la estadía estadounidense también visitaron Behrent's
Performance, una de las tres empresas proveedoras de elementos de competición que tiene la NASCAR, para conocer cómo es el formato de trabajo y tratar de incorporarlo en el futuro aquí en la Argentina. "La verdad es que quedamos impactados. Si bien esto es algo que la dirigencia tendrá que evaluar en su momento, considero que tranquilamente podría implementarse en el TC. Estandarizando todos los elementos, la categoría podría ser la principal proveedora: desde la estructura del auto, pasando por la protección lateral hasta las parrillas de suspensión. Este sistema sería muy beneficioso tanto para quien lo fabrica como para quien lo compra, porque permitiría reducir considerablemente los costos ya que todas las piezas se producirían en grandes volúmenes. Este es uno de los puntos donde los americanos nos hacen la diferencia, porque aliase fabrican 500 porta mazas en serie, mientras que acá se hace uno a la vez", explicó Solga, Jefe del Departamento Técnico. Por su parte, el Pumita le dijo a SóloTC que "averiguando los costos me siento el más boludo del mundo y me doy cuenta cómo nos afanan acá, es un robo a mano armada. Para darles un ejemplo, en Estados Unidos una caja de velocidades cuesta poco más de 4.000 dólares, y acá nos cobran más de 10.000, ¡es una locura!". Por otro lado, también se contactaron con varios fabricantes de carrocerías para averiguar cuál sería
Las cosas que no se pueden importar
La visita a Watkins Glen sirvió también para comprender la gran diferencia que existe lamentablemente entre el automovilismo norteamericano con el argentino en cuestiones de organización de los espectáculos y, especialmente, en la calidad de los autódromos. Sobre este aspecto, Roberto Argento Director de Logística de la ACTC expresó que "estamos a años luz, en otra sintonía; allá existen pocos circuitos pero son de primer nivel. En Argentina hay más de 30 y si nos ponemos estrictos solamente podemos ir a cinco. Pero no tenemos muchas alternativas de copiar cosas porque para eso se necesitaría una inversión millonario que los encargados de los autódromos de acá no están en condiciones de afrontar. Podemos ir a mirar todo, pero no se puede llevar a la práctica por una cuestión económica y de voluntad, porque no todo es plata. Este país es complicado porque estamos faltos de cultura para varias cosas", disparó.
Motor V8. “Plan B"
Uno de los principales motivos del viaje fue consultar por las prestaciones y los valores de los motores V8 que podrían importarse para el TC. Averiguaron por dos: uno de ellos eroga 500 caballos de potencia con 5.000 kilómetros de vida útil o un año de garantía, con un valor estimado de compra de 11.000 dólares. Y otro con 750 HP, con las mismas características que el primero pero con un precio de 13.000 dólares. "El costo de mantenimiento es cero, por eso considero que sería una gran posibilidad. Tienen que pensar que nosotros pagamos 8.000 dólares por carrera en concepto de alquiler. ¿Que a la gente no le va a gustar un impulsor como éste? Yo no sé si es tan así, habría que preguntarles a todos. De última se podría averiguar por un motor V6, ya que los seis cilindros en línea como usamos acá no existen más", dijo Diego Aventin, que adelantó que ya se encargó un motor de 750 caballos para hacer una prueba y que se pidió cotización por 50 más. Mientras que Alejandro Solga trató de bajar un poco los decibles a esta posibilidad y dijo que es una idea "Light". "Que averigüemos del tema no quiere decir que vayamos a comprarlos, aunque obviamente que puede llegar a ser una alternativa", dijo. De todas formas aclaró que el proyecto más firme es la implementación de la tapa multiválvulas que se están desarrollando desde hace tres años y que se usarían a partir del 2012. "Todas las energías están puestas ahí porque considero que es el futuro de la categoría. Daremos un gran salto en cuanto a calidad y contabilidad", concluyó.
fuente: www.revistasolotc.com.ar
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